domingo, 27 de enero de 2013

Lección 7. El amor es paz


¿Te gustaría tener paz en tu vida?, estoy segura que sí. Creo que todos de alguna forma buscamos sentir esa serenidad pacífica ante lo que vivimos diariamente. Nos enfrentamos a problemas de todo tipo y con dificultad logramos salir de ellos; no sin antes ganarnos estados de estrés, ansiedad y preocupación constante. Dejar que la preocupación sea la forma como elegimos reaccionar ante los hechos, se convierte en un hábito nocivo que le roba tiempo y alegría al presente.

Nos preguntamos frecuentemente ¿Cómo encontrar la paz?...si creamos monstruos imaginarios, magnificamos los riesgos, vivimos anticipándonos a todo lo negativo, y  nos proyectamos en un futuro incierto y amenazante. También es cierto que algunas de las cosas que nos preocupan están aquí presentes: los conflictos laborales, la enfermedad de un familiar, la pérdida de un ser querido, los problemas financieros, y muchos más. Pero ya sean imaginarios o reales, la única forma que exista paz a pesar de los problemas, es trabajar en nosotros mismos para lograrla.

No tenemos el control de las cosas externas, el único control que tenemos es la forma como pensamos, sentimos y actuamos ante lo que sucede. Encontrar la paz es la búsqueda de un gran tesoro interno, y como todo botín será una aventura excitante pero con múltiples obstáculos. El mayor impedimento para encontrar esa paz es desanimarnos ante el avance lento, los reveses, las caídas y recaídas, las críticas, y el abandonar la búsqueda por creer que es una tarea imposible.

El amor es el camino para encontrar la paz tan anhelada, con el amor a Dios sentimos que no estamos solos, y alguien superior a nosotros nos protege y lleva por el buen camino. El amor por nosotros mismos, nos da confianza y sentido de valía para impedir que lo externo defina la forma como nos sentimos. El amor por los demás nos permite aceptar que cada uno es el capitán de su propio barco y posiblemente timonee en mares donde nosotros no deseamos estar.

Al reconocer la paz como un estado de plenitud que logra conectar nuestra mente, cuerpo y espíritu, y sentir el gran bien que hace en nuestras vidas, dedicaremos más tiempo y esfuerzo para vivir mayor tiempo en ese estado de amor y aceptación. Vamos dejando de lado situaciones que no aportan positivamente para la paz en nuestras vidas, porque la paz se convierte en un tesoro posible.

“La paz sea contigo”
Liliana

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