miércoles, 16 de enero de 2013

Lección 1. Aceptar que no sabemos amar


El primer paso para cambiar cualquier situación, es reconocer la necesidad de cambiar. Cuando somos conscientes del hecho que no sabemos amar completa y profundamente, nos abrimos a todas las posibilidades existentes para mejorar nuestras vidas.  En el instante que nos reconocemos como aprendices del amor; y no como expertos; asumimos la tarea diaria e ilimitada de vivir en el amor.

La mayoría de las veces, son las situaciones críticas que vivimos las que  evidencian las debilidades en  campo del amor. Cuando sufrimos un divorcio, la muerte de un ser querido, la separación de los hijos, o conflictos familiares o laborales serios, sentimos que en la tarea de amar desinteresadamente y con desprendimiento nos hace falta muchísimo por aprender.  

En cada tramo de nuestra existencia, nos enfrentamos a nuevos retos en todos los campos, especialmente en el  amor. Esperamos que con los años vividos la experiencia acumulada, a punta de éxitos y fracasos, nos lleve a ser más maduros. Pero no siempre es así; sólo si logramos extraer de cada vivencia aparentemente negativa, las grandes enseñanzas que aportan y de allí decidimos cambiar de rumbo, podemos decir que lo sufrido es la base de un gran avance como seres humanos. 

Hay que tener humildad para reconocer que no sabemos amar, allí en ese momento podemos arrojar nuestro orgullo lejos, nos despojamos de la arrogancia, de la autosuficiencia, del ego que nos llena de falsedad. La perfección no es humana; aceptar esta verdad nos abre una puerta para amarnos como somos y en donde estamos, amarnos con todo y a pesar de todo.

Una vez que aceptamos que no sabemos, amar se convierte en una tarea infinita, que ocupa el primer lugar en la agenda del día. Siempre encontraremos; si estamos dispuestos a buscar, áreas donde mejorar para vivir más felices, hacer felices a las personas que nos rodean y dejar un rastro positivo en nuestro paso por esta tierra.

Liliana

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